Publicado el 26 de Noviembre del 2010

Jaime ha recibido un nuevo documento: los Niveles de Aprobación de la Institución de Microfinanzas – IMF. En el citado documento se indican las autonomías de aprobación por nivel jerárquico. Por ejemplo, el monto máximo a aprobar por el Jefe de Grupo ($.5,000), el Administrador ($.15,000), el Jefe Territorial ($.35,000), el Jefe de Línea ($.70,000), el Gerente de División ($.120,000) y así sucesivamente, hasta llegar a la Gerencia General. Con la salvedad, de que para llegar a los niveles superiores se debe contar con la autorización de los niveles inferiores.

Sin embargo, ha podido apreciar, que no necesariamente se cumplen los niveles de aprobación en cascada. Por ejemplo: si un Jefe de Línea no quiere autorizar una operación crediticia, se puede saltar hasta la Gerencia de División. No está demás decir que pasará en el futuro, con aquellos que no “acompañan” el crédito.

Así mismo, ha constatado, que muchas veces, las operaciones de crédito son “pre-aprobadas” por los niveles superiores, quienes luego “aleccionan” a sus subordinados para que las refrenden.

En todo este esquema de “aprobación”, la Unidad de Riesgos es un convidado de piedra. No tiene opinión dirimente. Es sólo un renglón más. Peor si se trata de personal no entrenado adecuadamente.

Situaciones como las descritas por Jaime son comunes de apreciar en algunas Cooperativas de Ahorro y Crédito – CAC e IMF que tienen accionariado del sector público. En el primero caso, por la ausencia de un control directo por parte del Ente Supervisor y en el segundo, porque los cargos gerenciales, algunas veces, tienen un componente político, que obliga a mantener “lealtades” partidarias.

En el caso preciso de algunas CAC, la situación podría tildarse hasta de extrema, puesto que los Consejos de Administración se renuevan por tercios cada año, implicando muchas veces cambios en la plantilla gerencial, quienes para mantenerse en sus puestos, aceptan de manera no ética, la intromisión de los directivos en las decisiones crediticias.

En el caso de las Cajas Municipales, muchas eligen su plana gerencial con criterios técnicos, pero algunas veces suelen ceder a la presión mediática de los políticos y truncar procesos iniciados con grave daño para la propia IMF.

Felizmente, lo anterior no es el común denominador en las empresas del Sistema Financiero. En la mayoría, el respeto del cuadro de Autonomías es una de las bases de su éxito. Incluso, la delegación de facultades suele ser a la persona no al cargo y entre las propias personas, el monto suele ser diferenciado, considerando que el manejo del riesgo no es el mismo entre todos.

En el caso de la Unidad de Riesgos, su opinión es determinante y su personal altamente calificado y proveniente de las áreas del negocio. Aplican la tecnología crediticia adecuada para cada tipo de crédito. Emiten informes sectoriales que apoyan la decisión crediticia de los analistas de Créditos y capacitan al personal para una mejor evaluación del riesgo.

Autor
Iván Lozano Flores