Publicado el 30 de Abril del 2014

Los pilares de la evaluación crediticia en microfinanzas son: a) el análisis de la capacidad de pago del cliente (análisis cuantitativo), b) el análisis de la voluntad de pago o moral del cliente (análisis cualitativo) y c) el análisis del destino del crédito.

Sin embargo, en la práctica, casi la totalidad de Instituciones de Microfinanzas – IMF se han “olvidado” del análisis del destino del crédito, concentrando su evaluación crediticia en el análisis de la capacidad de pago y la moral del cliente. En el primer caso, a través de la determinación de ratios máximos de cuota libre (Cuota del Préstamo / Excedente de la Unidad Económico – Familiar) y de endeudamiento patrimonial; y en el segundo caso, a través del recojo de referencias personales de vecinos y/o proveedores y el filtro en las Centrales de Riesgos, etc.

Lo que no sabemos, es que ésta “pequeña omisión” viene generando un problema de sobre-endeudamiento en los microempresarios, tal como pasaré a demostrar con el siguiente ejemplo:

Un pequeño negocio registra en su Balance General, Inventarios por S/.2,000.00 (= Activos Corrientes = Activos Totales). Sin embargo, reporta en las Centrales de Riesgos endeudamientos por préstamos comerciales por S/.10,000.00 (= Pasivo Corriente = Pasivo Total), que según los cronogramas de pago del cliente, corresponden a créditos para capital de trabajo. Por lo tanto, el Patrimonio Total del negocio sería negativo en -S/.8,000.00 (Activo Total – Patrimonio Total).

La pregunta es, ¿donde fueron a parar los S/.10,000.00 del supuesto préstamo para capital de trabajo?. Definitivamente, al negocio no fueron direccionados, de lo contrario, registraría similar cantidad de Activos Corrientes.

En el mejor de los escenarios, el desembolso podría haber sido destinado para mejoras de vivienda o necesidades de consumo del titular (si es que no fue direccionado a actividades especulativas y/o prohibidas por nuestros Reglamentos de Créditos).

Pero, ¿cómo es que se le otorgó un crédito para capital de trabajo, cuando en realidad fue para una actividad no identificada por el Analista de Crédito?.

La respuesta es sencilla: ¡Nunca se evaluó el real destino del crédito!; puesto que el análisis solo se centró en la capacidad de pago del cliente y las referencias personales.

Este otro ejemplo tratará de explicárselo de otra forma:

La Sra. Quispe vende pescado en un puesto del Mercado de Abastos. Los inventarios del negocio son de S/.500.00, que rotan 30 veces al mes. El margen de la actividad bordea el 20%. Por lo que, todos los días gana S/.100.00, siendo por tanto, la Utilidad Bruta del negocio de S/.3,000.00, que deducidos los gastos operativos y familiares, podrían implicar un Excedente de la Unidad Económico – Familiar (EUEF) de S/.1,000.00 mensuales. Si la Sra. Quispe solicitara un préstamo de S/.3,000.00 para capital de trabajo, a 12 meses, a una Tasa de Costo Efectivo Mensual – TCEM del 4.00%, la cuota sería de S/.320. Esto es, el 32% de la EUEF; con lo que, con toda probabilidad, se le aprobaría el crédito.

El problema es que el préstamo es 6 veces los inventarios del negocio de la Sra. Quispe. Lo que implica, que le estaríamos financiando 6 negocios más, ¿es posible esto en la práctica?. ¡Imposible!.

Con toda seguridad, el destino no será el negocio. De ahí que la próxima vez que se acerque el Analista de Crédito a visitar a la Sra. Quispe, lo más seguro es que seguirá encontrando los S/.500.00 de inventarios iniciales.

Nadie dice que no podamos atender a la Sra. Quispe, pero lo que debe quedar claro, es que, ¡No estamos financiando actividades productivas!. Por lo que, debe identificarse el destino del crédito y la decisión de su otorgamiento dependerá del apetito de riesgo que quiera asumir el Directorio de la IMF.

Para culminar, debemos tener presente que todo financiamiento de activo fijo debe tener un seguimiento de su inversión; y todo crédito para capital de trabajo debe encajar en alguno de los siguientes destinos: a) Campaña Estacional (Escolar, Día de la Madre, Fiestas Patrias, Navidad, Aniversarios Regionales, etc.), b) Crecimiento del Negocio (por incremento permanente de la demanda), c) Oportunidad de Negocio (pedidos extraordinarios de los clientes, entre otros y d) Cambio en las Políticas de Crédito del cliente (mayor porcentaje de ventas al crédito o mayor plazo de crédito).

Si el crédito no se aplica a los destinos indicados, estaremos ante un desvío de recursos, que nos viene llevando poco a poco, hacia el sobreendeudamiento de nuestros clientes, el incremento de la morosidad, el aumento de las provisiones, la reducción de las utilidades; afectando la sostenibilidad de las IMF.

Autor:
Iván Lozano Flores
Gerente del Centro de Formación en Banca y Microfinanzas – CEFOMIC
ilozano@elanalista.com

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