Publicado el 16 de Abril del 2018

Según cifras publicadas por la Asociación de Bancos del Perú (ASBANC), el ratio de créditos / PBI en el Perú alcanza apenas el 36%, siendo nuestro país el cuarto con más baja bancarización en la Región. Para hacernos una idea más clara de cómo estamos, la bancarización de nuestros socios comerciales en la Alianza del Pacífico: Chile y Colombia, llega al 89.5% y 44.5%, respectivamente.

Entre las principales causas de la baja bancarización en el Perú se encuentran:

En primer lugar, la falta de puntos de oferta financiera. Así tenemos, que uno de cada dos distritos a nivel nacional no cuenta con un punto de atención, según información pública del Instituto Nacional de Estadística (INEI).

En segundo lugar, las barreras culturales. Aunque cuesta creerlo, una considerable cantidad de personas no hacen uso del sistema financiero por desconocimiento; mientras que otros, son reacios a utilizar sus servicios, prefiriendo la oferta informal de créditos.

Según un estudio elaborado por el Instituto Peruano de Economía (IPE), el 56% de los prestatarios de la oferta informal de créditos no recurre al sistema financiero por los “requisitos” que se exigen y por la “demora” en los trámites. Por otro lado, el principal factor que valoran es la liquidez, esto es: la rapidez y oportunidad del crédito. No olvidemos que en la oferta informal de créditos lo único que se exige es el DNI del solicitante.

Usualmente, las principales necesidades crediticias de los prestatarios de créditos informales son para cubrir: financiamiento de capital de trabajo para el negocio, pago de deudas, remodelación de inmuebles, capital semilla para el inicio de una actividad económica, contingencias urgentes, salud, viajes, entre otros.

Respecto al perfil de los usuarios del sector crediticio informal; este es diverso, sin embargo, la mayoría registra las siguientes características:

a) Mala calificación en el Sistema Financiero
b) Elevado número de Instituciones Financieras – IFI
c) Nula acumulación patrimonio
d) Sobre-endeudamiento
e) Ingresos poco constantes y
f) Elevados niveles de evasión tributaria

En cuanto a sus fuentes de financiamiento, son principalmente: los familiares, los amigos, las casas de empeño y los prestamistas informales.

En el caso de los prestamistas informales, en la mayoría de situaciones los usuarios se ven expuestos a métodos de cobranza agresivos y al pago de leoninas penalidades por el pago a destiempo. Un caso extremo, son las mafias colombianas, muy comunes en nuestro país. De ahí que, hace poco, el Ejecutivo enviara al Congreso de la República, un Proyecto de Ley para tipificar como extorsión, las amenazas o agresiones a los deudores, que realicen los prestamistas informales, al momento de la exigencia del pago de los créditos, con condenas de entre diez y quince años de cárcel.

Las tasas de interés nominales que se cobran en este mercado informal pueden llegar hasta 20% mensual, que sí la convertimos a tasa de interés efectiva anual, fácilmente bordea el 10,000% (considerando pago diario, con penalidades por atraso).
Esta realidad no ha sido pasada por alto por un segmento del Sistema Cooperativo de Ahorro y Crédito – COOPAC, quienes han visto un filón importante que podría ser atendido, con las formalidades del caso.

Así tenemos que, actualmente, algunas COOPAC en el Sur del Perú han incursionado en este segmento rentable del mercado. Por supuesto, con una importante prima de riesgo, considerando la información asimétrica e incertidumbre respecto la recuperación del préstamo.

Los usuarios que se atienden son usualmente aquellos que registran calificación negativa o exceso de IFIs, centrándose la evaluación en la capacidad de pago y la garantía, pero sin llegar a la constitución de prenda. Los créditos otorgados son mayoritariamente a muy corto plazo (6 meses como máximo).

Algunas operaciones típicas son por ejemplo: la compra temporal de deuda para mejorar la calificación crediticia o el otorgamiento de créditos para la cancelación de deudas, levantamiento de hipotecas y posterior venta del inmueble.

Es de esperar que esta experiencia del Sur del Perú se replique a lo largo del país, considerando lo rentable de este nicho de mercado.

Autor
Nilton Iván Lozano Flores
Gerente General
Centro de Formación en Banca y Microfinanzas – CEFOMIC
Editor y Propietario del portal web de Banca y Microfinanzas: www.elanalista.com
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