Publicado el 01 de Junio del 2012

Han trascurrido diecisiete años desde Claus Peter Zeitinger abandonó el Perú.

Zeitinger fue el consultor alemán de la Agencia de Cooperación Alemana GTZ que dio forma y crecimiento a las Cajas Municipales en el Perú, a través de una férrea disciplina y metodología de crédito uniforme.

En un inició pensó que el modelo de bancos de ahorro y crédito alemán podía copiarse en el Perú, a través de un “sólido matrimonio” entre las cajas y las municipalidades. Sin embargo, la realidad lo hizo cambiar de parecer y hasta sus últimos días en el Perú, buscó en todo momento, reducir la influencia política que cualquier alcalde pudiera tener en las operaciones de las cajas.

Por lo que, presionó por la posibilidad de privatización de las Cajas. Situación que no fue bien recibida por la mayoría de los delegados de la Federación Peruana de Cajas Municipales – FEPCMAC, quienes en una reunión anual decidieron pedir el retiro del asesor alemán. Pedido que fue respetado por la GTZ, reemplazándose a Zeitinger por otro consultor, Andreas Brickman.

Mucha agua ha corrido bajo el puente desde entonces, algunas Cajas se han consolidado, mientras otras siguen estancadas, sin posibilidad de salida: por la intromisión política y las limitaciones de la normatividad legal vigente, que les impide incorporar socios estratégicos, que les permita capitalizarse y poder competir en el mercado.

Ello debido a una antigua norma que data de 1990, que limita la pertenencia de los miembros del Directorio. Se trata del DS-157-90-EF del 29 de mayo de 1990, que indica que el Directorio lo componen siete miembros: tres de la municipalidad y cuatro de la sociedad civil (uno del clero, otro de la Cámara de Comercio de la localidad, un representante de los microempresarios y un representante de COFIDE, del BCR o del BN). Situación que desincentiva la incorporación de potenciales socios capitalistas, puesto que con la actual normatividad no tendrían asiento en el Directorio. Por lo que, se hace urgente y necesaria una modificatoria, que permita la participación en el Directorio de los representantes de los potenciales nuevos accionistas.

Una posible salida que se maneja actualmente es que los Directores que representan a la Municipalidad deleguen su participación a los nuevos accionistas, pero serían a lo más tres de siete, con lo que no llegarían a ser mayoría.

Otro problema es el modelo de Gerencia Mancomunada, que fue copiado del modelo alemán de gerencia compartida o grupal, que no es aplicable en la práctica. Situación que obliga también a su derogatoria en el citado D.S, a efecto de establecer una única gerencia.

De existir la voluntad política de las Municipales de permitir la incorporación de nuevos accionistas y de corregirse la legislación vigente, las Cajas podrían lograr:

El ingreso de capitales para modernizarse y poder competir,
Obtener financiamiento a menores costos,
Elegir Gerentes con perfiles acorde con el puesto
Dejar de ser agencia de empleos del gobierno municipal de turno,
Eliminar la intromisión política en las decisiones crediticias.
Reducir la intromisión de los directores en la gestión gerencial,
Eliminar el favoritismo e instaurar líneas de carrera y la meritocracia,
Depurar malos elementos, que cuentan con allegados en el poder de turno
Acelerar los procesos de adquisición en logística,
Mejorar la calidad de atención, afectada por los puntos anteriores.

Solo así las Cajas podrán competir con iguales herramientas con rivales como MiBanco, Edyficar, Nuestra Gente, entre otros.

Los beneficios son claros, pero es una decisión política. Lamentablemente, más de un partido político no estará de acuerdo y que decir de los eternos Directores.

Autor
Iván Lozano Flores