Publicado el 03 de diciembre del 2015

Los créditos agrícolas son los que mayor nivel de morosidad originan en las Entidades de Microfinanzas, cuando no se define claramente las políticas de crédito y el proceso crediticio, entendido éste como: la planificación, promoción, evaluación, aprobación, desembolso y seguimiento de los créditos otorgados.

Al respecto, comentaremos algunas las fases del proceso crediticio.

LA EVALUACIÓN.

En esta fase normalmente se evalúa el aspecto cualitativo y cuantitativo del prestatario y el destino del crédito, para lo cual se elabora una Ficha Socio – Económica, Informe Técnico e Informe de Visita de Campo, entre otros documentos.
Sin embargo, para un mejor entendimiento, consideraré para la explicación de esta fase del proceso crediticio: el análisis de las 5C: Carácter, Capacidad, Condiciones, Capital y Colateral. Las cuales pasaré a detallar una a una.

CARÁCTER. Es el equivalente del análisis cualitativo y evalúa:

1. La voluntad de pago, expresada en el historial del cliente en las Centrales de Riesgo. Si no se cuenta con registro, se debe recurrir a referencias de proveedores de insumos, mano de obra, etc.

2. La moral, recogida a través de las referencias de vecinos, conocidos, familiares, etc. Una gran fuente de información son las Juntas de Usuarios y Comités de Regantes a la que pertenece el prestatario.

3. La Experiencia en el cultivo a financiar, medida a través del número de campañas agrícolas realizadas por el cliente y el rendimiento obtenido. Lo usual es que se solicite mínimo dos campañas realizadas y haber obtenido una producción mínimo similar al promedio.

4. El compromiso con la actividad, medido por el tiempo que dedica el prestatario a la actividad a financiar y las inversiones realizadas en factores de producción (tales como: maquinarias y equipos)

Como comentario final a esta variable, es de señalar, que algunas entidades han empezado realizar ensayos para implementar la prueba psicométrica, como herramienta de medición del carácter del cliente, en la búsqueda de determinar: la capacidad de emprendimiento, valores y resiliencia del potencial prestatario, entre otros.

CAPACIDAD. Evalúa la información económica – financiera del cliente, medida a través del Balance, el Estado de Ingresos y Egresos Proyectado, el Flujo de Caja Proyectado y los ratios.

En el Balance se incluyen los activos biológicos del cliente, tales como: productos en proceso (terrenos preparados, cultivos en crecimiento, etc.), productos terminados (en era, almacén, molino, ingenio, etc.), insumos (fertilizantes, semillas, insecticidas, herbicidas, pesticidas, fungicidas, abonos orgánicos, etc.); terrenos de cultivo propiedad del cliente y maquinaria y equipo propios, etc.

En cuanto al Estado de Ingresos y Egresos Proyectado, éste se debe elaborar por el período vegetativo más el período de comercialización del cultivo a financiar. Por ejemplo, para el caso del maíz y el arroz, se toma como máximo 6 meses.

El componente Ingresos se calcula en base a la producción esperada del cultivo y el precio de venta estimado. Este punto es neurálgico. Se debe contar con series estadísticas de precios, debiéndose ser sumamente conservador. Tomando en lo posible, el escenario menos favorable.

Respecto a los Costos de Producción, la Entidad Financiera deberá manejar costos estandarizados, que deberán ser actualizados permanentemente para evitar sobre-estimar esta variable.

En este punto, no debemos olvidar, que muchas veces las labores culturales son realizadas por el propio agricultor y su familia, lo cual debe ser considerado en la evaluación.

En relación a los Ratios Financieros, uno de los más importantes es el ratio de capacidad de pago, que compara los Gastos Financieros con el Excedente de la Unidad Económica Familiar (obtenida de restar la Utilidad Neta de los Gastos Familiares)

Lo usual es que los Gastos Financieros no superen el 60% del Excedente de la Unidad Económico Familiar.

CONDICIONES, evalúa el entorno socio – económico – político – cultural – tecnológico en que se desembolsa el crédito.
Por ejemplo, sí se tiene la certeza de un fenómeno climatológico que afectaría el cultivo a financiar, sencillamente, no se atendería.
De igual manera, si se conoce la existencia de plagas en la zona de cultivo, sobre-producción del cultivo a financiar, problemas de acceso al agua, etc.

CAPITAL, se refiere a la acumulación patrimonial lograda por el prestatario, tales como: terrenos agrícolas, inversiones en muebles e inmuebles, ahorros, etc.

En este punto, es de resaltar, que gran parte de las Entidades Financieras no atiende agricultura de subsistencia, solicitando un mínimo de tierras de cultivo, principalmente, propias.

COLATERAL, tiene que ver con la garantía que dejará el prestatario por el crédito a otorgar. Por lo riesgoso de este tipo de financiamientos, la mayor parte de Entidades de Microfinanzas solicitan garantías reales, sobre todo: inmobiliarias.

APROBACIÓN.

En esta fase del proceso crediticio, los aprobadores deberán: a) comprobar la voluntad, moral y capacidad de pago del cliente, b) vigilar el cumplimiento de la política crediticia de la Institución Financiera y c) aprobar el riesgo.

Entre los distintos documentos mínimos necesarios se solicitará: el Plan de Cultivo y Riego y recibo de pago del agua de riego, debidamente corroborada su veracidad por el personal responsable.

Normalmente no se atienden créditos a clientes que cultivan al secano, ni se compra deudas agrícolas. Y para clientes nuevos, se solicita como mínimo tener el terreno sembrado y para clientes recurrentes: el terreno preparado

Asimismo, la mayor parte de Instituciones de Microfinanzas solo financian capital de trabajo, para cultivos con corto período vegetativo (esto es hasta 12 meses).

No está demás indicar, que el personal involucrado deberá estar capacitado. De ahí que gran parte de Instituciones de Microfinanzas solo contraten Ingenieros Agrícolas para la labor de evaluación y aprobación.

DESEMBOLSO.

Los desembolsos se realizan de acuerdo al destino del crédito y según el rubro o insumo a financiar, pudiendo ser totales o parciales.

Los Desembolsos Totales deberán realizarse solo para los créditos con destino activo fijo.

Excepcionalmente, para los casos de financiamiento para la compra de fertilizantes.

En cambio, los Desembolsos Parciales se realizaran para los créditos destinados para capital de trabajo, o mejor dicho, para los préstamos de sostenimiento.

Se recomienda atender con Desembolsos Parciales si el crédito supera el 40% del costo de producción.

El número de desembolsos a programar y montos, se realizarán de acuerdo al cronograma de ejecución señalado en el Informe Técnico, elaborado por el especialista.

Para un mejor control del destino de crédito, algunas Instituciones de Microfinanzas han optado por desembolsar directamente a los proveedores de insumos. Lo cual tienen sus ventajas y desventajas.

SEGUIMIENTO.

Es la última fase del proceso crediticio. El personal de créditos deberá realizar visitas periódicas a los predios financiados y elaborar informes de visitas de campo, que deberán ser visadas por el jefe inmediato e ingresados al expediente de cada prestatario visitado.

Se debe tener como norma gestionar la cobranza de los créditos con incumplimiento de pago desde el primer día y no esperar el vencimiento para tomar acción.

Para culminar, se recomienda a las Instituciones de Microfinanzas evaluar la implementación obligatoria de los SEGUROS AGRÍCOLAS CONTRA LAS VARIACIONES DE PRODUCCIÓN, que actualmente se encuentran disponibles en el mercado.

Autor
Iván Lozano Flores
Editor de www.elanalistascom
Gerente del Centro de Formación en Banca y Microfinanzas – CEFOMIC
ilozano@elanalista.com
RPM: # 949 864 499
Vídeo del artículo «»Financiamiento de Créditos Agrícolas»»: