Publicado el 08 de Abril del 2012

El 24 de julio del 2010, el Poder Ejecutivo del Perú presentó al Congreso de la República, el Proyecto de Ley Nº 4168/2009 – Proyecto de Ley sobre Dinero Electrónico, con el “objetivo de hacer frente al escaso acceso de la población a los servicios financieros, que representan un obstáculo al desarrollo económico del país”.

El Proyecto tenía por propósito desarrollar un instrumento de inclusión financiera, que utilizara los diversos instrumentos electrónicos que provee el desarrollo actual de la tecnología, dentro de los cuales destacaría la telefonía móvil.

Los novedoso de la iniciativa era la creación del dinero electrónico, bajo la modalidad de monedero móvil, “por ser la herramienta más efectiva en incorporar a los servicios financieros a la población usualmente excluida del sistema financiero”, así como por la favorable experiencia internacional, en países como Haití, Paraguay y Kenia.

El mecanismo de los monederos móviles sería simple. Se trataría de “almacenes de dinero virtual o electrónico, distintos a una cuenta bancaria, provenientes de un abono de dinero en efectivo efectuado por el usuario en los Agentes Autorizados por el proveedor u operador del servicio. Una vez realizado el abono, el usuario podría utilizar los fondos, (constituidos como dinero electrónico), para realizar transferencias a otras personas o empresas, para lo cual solo tendría que enviar una orden de pago al proveedor de servicios desde su teléfono móvil, ya sea a través de mensajes de texto o accediendo a un menú para dar indicaciones.”

Por su parte, los operadores que administrarían las plataformas tendrían que aperturar una gran cuenta bancaria en donde concentrar los saldos de todas los monederos aperturados. Internamente, en sus sistemas, tendrían que tener un identificador para conocer a los propietarios.

La norma en mención establecía que los proveedores del servicio de dinero electrónico sólo podrían ser las Empresas Emisoras de Dinero Electrónico (EEDE), que estarían bajo la supervisión de la Superintendencia de Banca, Seguros y Administradoras Privadas de Fondos de Pensiones.

Sin embargo, a la fecha, la presente iniciativa legal se encuentra pendiente de perfección, a la espera de que se modifiquen algunos artículos de la Ley de Bancos y de la SBS, para incluir el dinero electrónico como un nuevo tipo de operación y a las Empresas Emisoras de Dinero Electrónico (EEDE), como un nuevo tipo de empresa supervisada, cuyo objeto principal sea la emisión de dinero electrónico; así como, las modificaciones al TUO de la Ley del IGV e ISC, en procura de la igualdad de condiciones entre las entidades que realizan las mismas operaciones, a efectos de no generar arbitrajes regulatorios y promover la competencia en el otorgamiento de este nuevo servicio.

Los cambios que implican el dinero electrónico

De aprobarse la presente iniciativa, significaría una revolución en el Sistema Financiero Peruano y un notable incremento en la inclusión financiera en el Perú. Los peruanos podrían adquirir y cargar sus monederos electrónicos en cualquier punto de venta de las EEDE, tales como: Agencias Financieras, Cajeros Automáticos, Cajeros Corresponsales, bodegas, farmacias y otros comercios, sin necesidad de contar con una cuenta bancaria; y podrían hacer sus pagos en los mercados o supermercados, a un taxista o a un amigo o vecino, mediante un simple mensaje de texto, previa introducción de una clave secreta, la cual por seguridad, no quedaría grabada en el celular.

Este nuevo mecanismo también podría implicar que el propio Estado realice el abono de los subisidios de sus Programas Sociales (por ejmeplo: «»Juntos»») y los pagos a los servidores públicos, a través de los monedeires electrónicos, lo que reduciría los costos de transacción.

Otro uso interesante, sería la posibilidad de demostrar los ingresos para un proceso crediticio, a través de los abonos registrados en los monederos.

No olvidemos que en el Perú existen, aproximadamente, 30 millones de teléfonos celulares, un monto superior al de la población actual.

Por el momento se conoce que las empresas Mastercard y Telefónica han conformado un joint venture para explotar este nuevo mercado.

Sin duda, los grandes afectados en este gran cambio serán los bancos, que perderán un gran filón de ingresos, provenientes del cobro de comisiones por el uso de las cuentas pasivas de sus clientes. El mercado financiero no volverá a ser el mismo, una vez empiecen a operar las EEDE.

Autor
Iván Lozano Flores