Publicado el 20 de Noviembre 2014

Luego de haber realizado una serie de capacitaciones en un importante número de instituciones microfinancieras a lo largo del país, he podido constatar que en la casi totalidad de entidades se viene realizando una incorrecta evaluación del destino de crédito para capital de trabajo; lo cual podría estar originando sobre-endeudamiento en los clientes de las microfinancieras.

El error recurrente en casi todas las entidades es determinar el otorgamiento del crédito para capital de trabajo en función al ratio de cuota libre (Cuota del nuevo préstamo / Excedente de la unidad económico – familiar). Así tenemos, que sí el resultado del ratio es menor al máximo permitido, el crédito para capital de trabajo se aprueba. El citado ratio usualmente se encuentra en un rango de entre el 50% y 80%, dependiendo del apetito de riesgo de la entidad.

El problema es que el monto del crédito no se cruza con el nivel de inventarios. Así encontramos, que se otorgan créditos que superan varias veces el volumen de inventarios, como si el negocio pudiera crecer en tal magnitud.

Por ejemplo, un negocio de venta de pescado con un inventario de S/.500, puede recibir un préstamo para capital de trabajo de hasta S/.5,000, solo por el hecho de tener un ratio de cuota libre menor al máximo al permitido. Es decir, no se toma en cuenta que con un préstamo de tal magnitud estamosasumiendo que el negocio puede crecer 10 veces más.

Lo cual es totalmente ilógico; siendo lo más probable, que el dinero no se destine al negocio, sino a una actividad distinta, que podría ser consumo, que en la práctica no es atendida por la mayoría de microfinancieras, por ser una actividad no productiva; pero que por una errónea evaluación se termina financiando, ocasionado un potencial problema de sobre-endeudamiento, puesto que el negocio se descapitaliza para cubrir la obligación no productiva.

Ante esta realidad, mi sugerencia para las entidades de microfinanzas es que no tomen en cuenta el ratio de cuota libre como determinante del crédito para capital de trabajo, sino el siguiente ratio:

Préstamo de capital de trabajo / Inventarios

El cual debe ser razonable, pudiendo encontrarse entre 0.5 y 1.0, dependiendo de la magnitud estimada de crecimiento potencial del negocio.

Otra manera menos ácida de hacerlo es comparando:

Préstamo de capital de trabajo / activo corriente

si se toma en cuenta que parte del inventario podría haber sido vendido y encontrarse en caja y bancos o cuentas por cobrar.

Por otra parte, el monto del préstamo también podría limitarse con un porcentaje del Capital de Trabajo Neto (Activo Corriente – Pasivo Corriente), en un rango del 100% al 150%, a efecto de considerar las obligaciones corrientes asumidas por el deudor.

De hecho, que considerar estos nuevos ratios ocasionará el rechazo general de las áreas de crédito, puesto que limitará el volumen de sus colocaciones.

Lo bueno, es que incentivará la búsqueda de clientes no bancarizados, que realmente necesitan financiamiento para capital de trabajo; alejándonos de los clientes recurrentes y bancarizados, que están sobre-atendidos.

En conclusión, esta nueva medición apoyará al crecimiento de una cartera sana, con menor riesgo crediticio y menor posibilidad de sobre-endeudamiento.

Veamos quién se atreve a implementarlo.

Autor

Iván Lozano Flores

Gerente del Centro de Formación en Banca y Microfinanzas – CEFOMIC

ilozano@elanalista.com

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